El teletrabajo abre un nuevo abanico de posibilidades en la estructura y la forma de trabajar de las empresas. Con el estallido de la pandemia de la COVID-19, la posibilidad de trabajar desde casa ha proporcionado a muchos empresarios la flexibilidad requerida para continuar con sus operaciones comerciales, al mismo tiempo que garantizan la salud y el bienestar de sus trabajadores y clientes como parte de su responsabilidad en materia de salud pública.

En el contexto de la crisis actual, incluso antes de la declaración de estado de alerta en España, ya eran muchas las empresas que paulatinamente fueron incorporando la modalidad del teletrabajo a su modelo empresarial. Son muchos los empresarios que identificaron los beneficios que puede aportar a sus empleados la oportunidad de mantener un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal. Según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, el 7,9% del total de trabajadores en España ya trabajaba fuera de la oficina, al menos ocasionalmente, en el cuarto trimestre del 2019, lo que equivale a 1,5 millones de trabajadores.

Ofrecer a nuestros trabajadores la opción de realizar toda o parte de su jornada laboral en la modalidad de teletrabajo puede tener muchas ventajas, tanto para el trabajador como para la empresa, si se implementa de forma correcta. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce cuando hablamos del teletrabajo y es que también tiene una serie de inconvenientes para empleados, empresas y sociedad. El aislamiento social, la incertidumbre en el empleo, el agotamiento del propio trabajo y la situación originada por el virus han conmocionado la salud y el bienestar de los trabajadores de todo el mundo. Con el aumento del empleo a distancia, las organizaciones tienen que sopesar los pros y los contras de esta modalidad, no solo en términos de productividad, sino también en términos relativos a la salud de los empleados.

Para Carol Barranquero, Directora de Personas & Cultura en Alariam, “la COVID-19 y el teletrabajo han tenido un impacto en casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, incluida en la manera de desempeñar nuestras labores, la manera en la que nos comunicamos, relacionamos, la productividad y la motivación. Estamos viendo cambios en los niveles de actividad, en los horarios diarios, en la forma en que los empleados se mantienen al tanto de las cosas fuera del trabajo y en el uso de las herramientas”. Carol señala que “es evidente que el teletrabajo ha llegado para quedarse e incorporarse en la oferta laboral de un alto porcentaje de compañías en el país. El reto para los profesionales que nos dedicamos al cuidado de las personas en las organizaciones, es recoger datos, revisar y reflexionar para implementar, cuando recuperemos una mayor normalidad, sistemas de teletrabajo eficientes y cuidadosos con los procesos de aprendizaje, la conciliación, la socialización, el liderazgo y el compromiso de los colaboradores.

Tener la oficina en casa conlleva retos no tecnológicos a los que hemos tenido que dar respuesta en poco tiempo. La situación excepcional que vivimos introdujo una gran incertidumbre, estrés y tensión en el día a día a día de los trabajadores. Hacer un cambio tan importante en el modelo de trabajo, sin una planificación previa, sin una formación o preparación, hizo que este proceso fuese todavía más difícil.

Al hablar de procesos de cambio en el entorno laboral es preciso entender la naturaleza de estos, su carácter eminentemente social o grupal. Es de vital importancia tener en cuenta las transformaciones culturales que implica el teletrabajo, ya que es una nueva forma de comunicarse, de trabajar y de relacionarse. Asimismo, es necesario conocer los procesos de comportamiento humano y considerarlos para establecer la planificación pertinente” dice Carol.

Bajo este contexto, la Directora de Personas & Cultura explica que para adaptarse a esta nueva realidad es muy relevante el papel de la comunicación interna como el elemento dinamizador y de soporte de las estrategias de cualquier organización. Su tarea es fortalecer los vínculos con los trabajadores a distancia, para obtener una apertura comunicativa permanente con el teletrabajador, mejorar la productividad y favorecer un estado de ánimo positivo.

En Alariam somos conscientes del poder de la comunicación como eslabón de conexión para mantener relaciones y demostrar el compromiso continuo de nuestra organización. La comunicación es una de las claves estratégicas de nuestro negocio, por lo que nos esforzamos cada día por avanzar con la creatividad y las capacidades de innovación para ofrecer una variedad de canales que faciliten un diálogo en línea y estar unidos en la distancia como “Alariam Talks”. Hemos implementado canales y herramientas que permiten conocer los niveles de adaptabilidad, las necesidades y capacitaciones tanto de la empresa como de los empleados para comprender las transformaciones que deben darse y motivar y mantener integrados a los trabajadores en el proceso. Nuevos métodos de comunicación a nivel interno y externo respaldados bajo normas de seguridad, que se ajustan a las preferencias de nuestros empleados y clientes, como mensajes de texto, video llamadas, plataformas de colaboración y otras formas de comunicación automatizada.

La apertura de nuevos canales de comunicación y la implementación de nuevas herramientas durante la pandemia muestra el firme compromiso de nuestra organización de seguir buscando iniciativas centradas en facilitar la operativa remota y habilitar nuevas prestaciones allí donde han sido necesarias. Tenemos que ser capaces de liderar y abordar los retos y oportunidades que surgen en el futuro, tener las herramientas necesarias para adaptarnos a modelos híbridos que combinarán oficinas y teletrabajo del trabajo. Y lo más importante tener establecidos los mecanismos necesarios para apoyar a nuestros empleados en un mundo donde habrá un menor contacto físico. Las empresas deberán ajustarse para mejorar productividad sin bloquear factor humano.