La Asamblea General de Naciones Unidas declaró en noviembre de 2007, que el 20 de febrero de cada año se celebraría el Día Mundial de la Justicia Social, cuyo objetivo principal es de concienciar a la población e impulsar acciones orientadas a que exista una mayor justicia social.

Con esta celebración se pretende principalmente, erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad de oportunidades entre los sexos, la lucha contra la discriminación y defensa de los derechos de todas las persona y el acceso al bienestar social.

Todos las personas debemos tener acceso al disfrute de los derechos humanos fundamentales, como el derecho a la libertad de expresión, a la educación, entre otros derechos, así como a ser tratados con respeto y dignidad.

La justicia social hace que las sociedades y las economías funcionen mejor y reduce la pobreza, las desigualdades y las tensiones sociales. Desempeña un papel importante en la consecución de vías de desarrollo socioeconómico más inclusivas y sostenibles y es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

El lema elegido en 2021 fue «Un llamamiento a la justicia social en la economía digital». Con ello se resaltó el impacto de la trasformación de la economía digital en el panorama global.

Para el año 2022 el tema fue «Lograr la justicia social a través del empleo formal». Se estima que millones de trabajadores del sector formal e informal perdieron su fuente de trabajo y de ingresos, todo provocado por la pandemia de la COVID-19.

Y este año 2023 se centra en las recomendaciones de ‘Nuestra Agenda Común’ de la ONU, para reforzar la solidaridad mundial y restablecer la confianza en los gobiernos bajo el lema «Superar barreras y desbloquear oportunidades para la justicia social».