El 28 de enero, ha sido el día escogido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para celebrar el Día Mundial de la Acción frente al Cambio Climático.

A este día, que también se le conoce como el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, tiene entre sus objetivos principales, concienciar y sensibilizar a todas las personas del planeta sobre el cambio climático y el impacto ambiental que éste ocasiona, impulsar el desarrollo y aplicación de políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y modificar las tendencias de consumo a través de la educación ambiental.

Se define como calentamiento global, al aumento de la temperatura de la superficie terrestre producido a lo largo de los años y que ha provocado cambios climáticos. Estos cambios pueden ser naturales como la actividad solar y las erupciones volcánicas o pueden ser por causas humanas como la desforestación de los bosques y selvas, la quema de los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, el uso excesivo de los fertilizantes y una continua producción de residuos. Todo esto hace que se produzcan gases que atrapan el calor.

El dióxido de carbono o CO2 es uno de los gases de efecto invernadero en la tierra que resulta esencial para el proceso biológico en la naturaleza, aunque hay bastantes más. En las últimas décadas, las emisiones de CO2 a la atmósfera se han disparado y el problema viene cuando se altera el equilibrio.

En Alariam creemos que la implantación de prácticas sostenibles que permitan reducir las prácticas de CO2, trae numerosos beneficios para el medioambiente como para las empresas. La aplicación de la Regla de las Tres Erres, reducir, reutilizar y reciclar, no implica nada más que tirar menos basura, ahorrar dinero y ser un consumidor más responsable.

Con el teletrabajo y las reuniones virtuales, hemos hecho que se reduzca el uso del coche y por tanto el de las emisiones de dióxido de carbono. Según un informe publicado por la organización ecologista Greenpeace, aplicar un día más de trabajo en casa a la semana en ciudades como Madrid o Barcelona reduciría en un 3% las emisiones de CO2 del transporte general y un 7.8% en las emisiones producidas por los desplazamientos al trabajo.

La producción descontrolada de residuos sólidos que genera una descomposición de los residuos orgánicos e inorgánicos de manera inadecuada liberan centenares de GEI y CO2 a la atmosfera. También contribuimos a preservar la naturaleza con acciones de recogida de residuos para limpiar bosques, playas o ríos.

Conseguiremos reducir nuestra huella de carbono, cambiando hábitos de nuestro estilo de vida, aunque parezcan pequeños. Es importante y urgente no descuidar nuestro entorno.