Según el reciente informe del Banco Mundial International Debt Statistics 2022, como consecuencia de la COVID-19, la guerra en Ucrania y la subida de los tipos de interés, muchos países se encuentran con dificultades para hacer frente al cumplimiento de su deuda.

La deuda pública global ha alcanzado un récord histórico en las economías de renta baja y media, equivalente a más del 200% de los ingresos públicos. En lo referente a la deuda externa, esta aumentó un 12% hasta alcanzar la cifra récord de 860.000 millones de dólares en 2020, la cifra más elevada desde la Segunda Guerra Mundial.

El verdadero alcance de la deuda pública es a menudo difícil de cuantificar debido a factores relacionados con la divulgación a tiempo de los datos. Asimismo, la trasparencia es otro factor que afecta a la hora de monitorizar globalmente los mercados de deuda nacionales, los acuerdos de recompra o swaps de divisas que no se incluyen en las estadísticas. Por eso, para conseguir una financiación sostenible y lograr la estabilidad macrofinanciera, es imprescindible garantizar la transparencia.

Esta transparencia facilita la realización de nuevas inversiones de alta calidad, reduce la corrupción y aporta responsabilidad. La disponibilidad de datos fiables refuerza la capacidad de la comunidad internacional para ayudar a evitar las crisis de la deuda o apoyar a los países cuando se producen. Asimismo, resulta esencial para prevenir una reestructuración desordenada y prolongada de la deuda, ya que sólo el máximo nivel de divulgación puede generar la confianza que los acreedores necesitan para acordar el nivel adecuado de desendeudamiento y reparto de la carga.

Bajo este contexto, cabe señalar la importancia de organismos como el Banco Mundial que desempeña un papel fundamental en la promoción y el cumplimiento de la normativa sobre transparencia en materia del endeudamiento mediante la recogida, recopilación y difusión de datos exhaustivos.  Las estadísticas realizadas por del Banco Mundial proporcionan un desglose detallado y amplio de la deuda externa. Sus bases de datos siguen normas estadísticas internacionales y son ampliamente utilizada por los legisladores. En la actualidad, incluye información sobre la cuantía que cada país prestatario debe a cada acreedor oficial y privado, así como el vencimiento medio y el tipo de interés con el que se concedieron los préstamos.

Para mantenerse al día con las tendencias recientes de los préstamos, el Banco Mundial está trabajando para ampliar la cobertura de la base de datos, y cerrar las brechas de información relacionadas con los pasivos contingentes y colaterales.