El riesgo y el retorno constituyen un elemento básico en cualquier negociación o acuerdo comercial. ¿Cuál es el riesgo si el acuerdo no va bien? ¿Cuál es el retorno si prospera? ¿Justifica la recompensa el riesgo? En la gestión de cobros, la mayoría de las decisiones financieras de importancia son en base a predecir el futuro. Por esa razón es importante sopesar el riesgo y considerar los beneficios desarrollando escenarios y estimaciones con cada posibilidad.

A la hora de decidir cuál es el curso de acción más apropiado, hay que considerar no sólo la cuantía del importe adeudado, sino también factores internos y externos que determinan el riesgo tales como inflación, depreciaciones no previstas de la moneda, la situación de la empresa deudora y su dirección, el sector empresarial o la situación económica global. Actualmente, a modo de ejemplo, las facturas impagadas suponen un gran riesgo para muchos sectores empresariales. La pandemia ha paralizado la actividad comercial de algunas industrias, ha reducido drásticamente la de otros sectores y ha creado un riesgo sorprendente para algunas empresas que a simple vista presentan una solvencia técnica, relevancia comercial, rentabilidad y volumen de negocio óptimo. No obstante, bajo la situación actual de volatilidad e incertidumbre generada por la crisis económica, es aconsejable actuar con la mayor prontitud posible para recuperar la inversión y la deuda. Cada día de retraso en el pago supone un día más de riesgo en la recuperación del cobro.

Bajo este contexto, una vez valoradas y ponderadas las variables de riesgo el departamento comercial realizara las oportunas correcciones y fijara las acciones que determinaran el curso de la negociación. La negociación cumple un papel fundamental en el éxito de la recuperación de la deuda. Es frecuente que en los procesos de negociación las partes o al menos una de ellas, intenten llegar a un acuerdo antes de acudir a la vía jurisdiccional o arbitral, por lo que suele ser el primer sistema de resolución de conflictos al que acuden las partes.

A pesar de que el cobro extrajudicial de deudas es la forma más rápida y eficaz de gestionar el cobro. En Alariam trabajamos con un enfoque personalizado para cada cliente y circunstancia. Nuestro enfoque se caracteriza por la rapidez y la precisión, canales de comunicación y técnicas eficaces y robustas que han sido perfeccionadas a lo largo nuestros 20 años de experiencia y respaldadas por la tecnología.

Las nuevas tecnologías aplicadas a este campo facilitan enormemente la actividad del gestor, permitiendo la automatización de procesos repetitivos y posibilitando la asignación de límites de riesgo por cliente de una forma fiable.

La experiencia de nuestros gestores nos permite desarrollar estrategias eficaces para evaluar de la mejor manera posible la solvencia de todos los sujetos y factores que interactúan con una empresa y en el proceso.

La relación riesgo-recompensa es una de las muchas variables a considerar a la hora de crear estrategias comerciales que nos ayuden a garantizar los mejores resultados para nuestros clientes. El riesgo-recompensa es una buena herramienta y puede cambiar las reglas del juego cuando se usa con otros aspectos y metodologías personalizadas de gestión de cobro.