Desde principios de 2020, los responsables financieros han desempeñado un papel fundamental en la contención de contingencias derivadas de la COVID-19. Con el inicio de la pandemia, a medida que la recesión se acercaba y la volatilidad económica aumentaba, los directores financieros y sus equipos pasaron a la modalidad de crisis, reorientando su atención hacia el mantenimiento y el aumento de la liquidez mediante la gestión creativa del crédito a corto plazo, el flujo de caja y los recursos.

No obstante, ahora ha llegado el momento de centrar toda la atención en la siguiente fase. A medida que la economía sigue recuperándose, los responsables de estos departamentos deben pasar de mantener la empresa a flote a ayudarla a crecer. Una vez evaluados los impactos a largo plazo de la pandemia es necesario adecuar y adaptar las estrategias financieras a lo que es sin duda un clima empresarial de incertidumbre. Los departamentos financieros deben establecer las prioridades administrativas posteriores a la pandemia y determinar qué métodos y herramientas operativas serán más útiles para satisfacer las nuevas necesidades del negocio.

En el momento actual caracterizado por el cambio, en Alariam sabemos que contar con una estrategia de negocio planificada es fundamental.  En este sentido, a continuación, ofrecemos una serie de consejos prácticos, basados en datos para ayudar a reorientar tus operaciones y para promover el crecimiento empresarial en un clima de persistente imprevisibilidad.

Balance de la situación actual

En primer lugar, es necesario realizar análisis a fondo, tanto a nivel interno como externo. Más allá de los datos internos sobre el comportamiento de pago, también es útil averiguar cómo están pagando nuestros clientes a sus otros proveedores, su relevancia comercial, rentabilidad y volumen de negocio.

Minimizar el riesgo

Tras evaluar el riesgo global de la cartera, es necesario establecer las medidas específicas a nivel de cliente. Las medidas inmediatas pueden incluir la priorización o el retraso de los esfuerzos de cobro o el ajuste de los límites de crédito para las cuentas marcadas como de alto riesgo. En el caso de los nuevos clientes, el equipo de crédito debe buscar datos de terceros para obtener información adicional. Es de gran importancia la verificación precisa de la identidad de los clientes y los datos de la estructura empresarial a la hora de calcular la exposición al riesgo.

Automatizar los procesos

Una de las mejores formas de garantizar la aplicación sistemática de los criterios de mitigación de riesgos es automatizar los procesos en la mayor medida posible. La automatización de los procesos de gestión de cobros también ayuda a aumentar la eficiencia general de la organización. Dado que la automatización depende en gran medida de la exactitud de los datos, los esfuerzos específicos de automatización dependerán de lo lejos que haya llegado la organización en su viaje de gestión de datos.

Posicionar la organización para el crecimiento

La comunicación puede servir como herramienta para promover una mentalidad de crecimiento. Junto con las herramientas de automatización, la comunicación sirve para reducir el tiempo en la toma de decisiones y acelerar la gestión de operaciones. Asimismo, también puede ayudar al departamento de negocio y marketing en la retención, desarrollo y predicción del comportamiento y las necesidades de los clientes.

Buscar la innovación

Tener acceso a la información necesaria en el momento oportuno para dar respuesta correcta a las necesidades de los stakeholders, es más importante de lo que uno puede imaginar. Ser capaz de acceder a información concreta basada en la recolección de datos es un aliado fundamental a la hora de facilitar la toma de decisiones, establecer estrategias de negocio y responder de una manera rigurosa al compromiso con los clientes.

El principal reto para las empresas en este momento es equilibrar la incertidumbre y la oportunidad. No va a ser fácil, y requiere una planificación y una estrategia cuidadosas. Ante este escenario, muchos departamentos financieros están convencidos de que lo mejor es esperar y ver qué pasa. Sin embargo, aunque la visión conservadora no es necesariamente errónea, las oportunidades que existen en las circunstancias actuales pueden ser una ventaja para muchas empresas que buscan adelantarse a sus competidores.