El impacto ocasionado por la pandemia del coronavirus y las medidas de estímulo adoptadas por el Gobierno, el Banco Central Europeo y la Autoridad Bancaria Europea para contenerla han ocasionado una drástica contracción de la economía mundial, que, según las previsiones del Banco Mundial, se reducirá un 5,2 % este año, con una recuperación parcial del 2,5% al 5,2% prevista para 2021.

Desde una perspectiva sectorial, la morosidad puede mantenerse baja en los próximos meses, pero la situación puede empeorar en el segundo y tercer semestre. Nos encontramos ante una economía artificialmente sostenida por medidas de estímulo y el cese de estas medidas provocara una situación de impago e iliquidez para las empresas. Según analistas financieros, se espera un incremento colosal de la ratio de morosidad asociado a la caída del PIB, al aumento del desempleo y otros factores socioeconómicos entre el 2021-2023.

De acuerdo con datos descubiertos por el Ministerio de Justicia, hacia finales del 2021, se prevé un escenario con unas 40,000 0 50,000 empresas en concurso de acreedores frente al escenario de los últimos tres años que se encontraba en torno a las 7,000 empresas.

También cabe reflejar, que desde que comenzó la crisis la deuda pública española se ha disparado en 170,000 millones de euros marcando máximos históricos no vistos desde 1981. Estos datos reflejan que la covid-19 ha abierto una nueva fase tanto para nuestra economía como para el sector de gestión de recobro. Bajo este escenario, es recomendable comenzar a debatir los retos que puede plantear a la banca la morosidad que se espera en esta crisis.

Para Darío Hernández, Director General de Alariam, en este análisis las afectaciones socioeconómicas dependen en gran medida de cuál de los posibles escenarios, así como de la oportunidad y pertinencia de las respuestas de política económica implementadas por las autoridades, se materialice.

En algunos casos, conceder nuevas prorrogas sería equivalente a mantener empresas a flote sin que haya ninguna posibilidad de recuperación, detrayendo recursos y capacidad de gestión para atender a otras empresas que si puedan recuperarse.

En otros casos, la recuperación de las empresas será posible, aunque sea necesario esperar más tiempo para dar margen a la mejora de la coyuntura económica, sin necesidad de conceder más financiación a esas empresas.

Finalmente, habrá otras situaciones en las que la recuperación de las empresas conllevará la necesidad de facilitar nueva financiación neta a la empresa.

La deuda no es un hecho aislado, sino que está estrechamente relacionado con la situación económica-comercial, operaciones y posibles riesgos explica Darío Hernández. La capacidad de adaptación, flexibilidad, resistencia y anticipación de problemas son los elementos claves para que las empresas puedan enfrentarse a los problemas socioeconómicos derivados de la crisis.

Asimismo, la moratoria supondrá un reto para las empresas de recobro, que se enfrentarán a una situación anómala, con tres de cada cuatro empresas afectadas por la pandemia añade Darío Hernández. Sin embargo, y gracias a la buena preparación del sector del recobro, se descarta que se repita una situación como la de la crisis de la deuda de 2011.

Las claves de esta buena preparación son una gran digitalización del sector durante los últimos años, el uso de herramientas como el Big Data o la concienciación del elemento humano para tratar el recobro, elementos que ya estaban en desarrollo, pero se han potenciado rápidamente tras la pandemia.

En Alariam, como es el caso de cualquier otra empresa, nos enfrentamos a diario con nuevos desafíos relacionados con la permanencia exitosa de la compañía, en un entorno competitivo cada vez más complicado.

Las decisiones con las que enfrentamos estos retos marcan la diferencia entre la permanencia y el fracaso. Como respuesta ante estos retos, la innovación tecnológica ofrece elementos con los que se puede mejorar el desempeño de nuestros procesos administrativos y productivos, considerando un enfoque sistemático y holístico a largo plazo para la gestión empresarial, analizando el entorno, evaluando las fortalezas y debilidades, e identificando nuevas oportunidades.

Se puede considerar que la innovación tecnológica está enfocada a un nuevo conocimiento y manejo de las tecnologías de información. Pero esto no es todo, ya que la innovación tecnológica se complementa con la innovación aplicada, la innovación en producto, la innovación en procesos, la innovación experimental, la innovación en mercadotecnia y la innovación en modelos de negocios, entre otras.

Nuestra filosofía se centra en factores que generan influencia en la innovación tecnológica, los cuales están relacionados con aspectos organizacionales tales como: el cambio, la mano de obra, la comunicación y la complejidad tecnológica.