Es evidente que las tecnologías emergentes han redefinido de forma significativa todas las industrias, modificando la forma de comunicarnos, de trabajar y de medir los resultados. El 2021 es testigo de nuevos cambios en el sector de la gestión de cobros, a medida que varias tecnologías clave se afianzan y mejoran la forma de trabajar de los gestores.

Durante mucho tiempo, el cobro de deudas ha sido una actividad que requería gran cantidad de recursos y personal para gestionar el alto volumen de expedientes, realizar llamadas, enviar correos electrónicos y conciliar y estructurar planes de pago. Incluso con todos estos esfuerzos, la recuperación de la deuda resultante podía no ser la esperada.

El potencial de mejora de los procesos tradicionales, junto con la enorme cantidad de ingresos pendientes de materializar, ha propiciado un entorno idóneo para que la inversión en IA (inteligencia artificial) y otras tecnologías emergentes se conviertan en una realidad y prioridad para las empresas del sector.

A diferencia de las agencias de cobro de deudas tradicionales, los gestores de Alariam implementan estrategias de ámbito transversal, en las que incorporan con éxito el uso de las últimas tecnologías para conseguir una mejor adaptación de la actividad de la organización, a las necesidades de los stakeholders. Por nombrar algunos, aquí hay cuatro aspectos clave impulsados por la tecnología que han remodelado nuestros procesos y han incrementado la efectividad de nuestros servicios.

  1. Automatización de procesos

Con la automatización de procesos, las tareas que normalmente eran llevadas a cabo por capital humano ahora son desarrolladas por programas informáticos que permiten pasar de una tarea a otra con una mínima intervención humana, reduciendo errores, ineficiencia, costes y tiempo.

En Alariam hemos automatizado una gran cantidad de procesos que van desde las operaciones de cobro de deudas, hasta el control de la calidad de los servicios prestados. Ejemplos de estas tecnologías son: el software de comunicación automática, los programas de agenda y recordatorio, los servicios de marcación automática, los canales de pago integrados, los sistemas de valoración desatendidos, entre otros.

  1. Análisis predictivo

Con el análisis predictivo, hemos podido construir modelos útiles para identificar qué consumidores constituyen un riesgo potencial, basándose en su historial y en su perfil comercial.  Los modelos predictivos pueden variar desde un scoring de clientes hasta modelos que pueden predecir patrones de pago que indican que un cliente tiene problemas con el pago. Con el análisis predictivo, nuestros agentes pueden ponerse en contacto con los deudores en los momentos y en la forma que más les convenga. Por ejemplo, pueden analizar cuándo los deudores suelen tomarse un descanso o cuál es el canal de comunicación más eficiente para cobrar las deudas.

  1. Tecnología móvil

El uso de la telefonía móvil también ha facilitado el proceso de cobro de deudas, aportándonos grandes ventajas.

Una de ellas es que los gestores no sólo tienen la posibilidad de mantener un contacto más estrecho con los deudores, sino que también las aplicaciones de pago les facilita su cobro. Si un deudor decide pagar, puede hacerlo fácilmente a través de la aplicación de su smartphone, siendo más rápido y menos susceptible a fraude.

Otra ventaja es que la tecnología móvil también permite trabajar sobre la marcha, facilitando el trabajo de los agentes desde cualquier lugar.

  1. Sistema de análisis de voz

Para ayudar a los agentes a gestionar el tono y el flujo de las llamadas con los deudores, los programas de reconocimiento del lenguaje más avanzados identifican el estado emocional de los deudores y de los agentes de cobros mediante el seguimiento de palabras específicas, generando indicaciones para guiar las conversaciones hacia un tono positivo. Estos programas también permiten a los supervisores controlar qué llamadas avanzan sin problemas y cuáles necesitan más atención.

Las empresas necesitan más que nunca un socio para hacer frente a las actuales consecuencias sociales y económicas adversas. Sin duda, la morosidad es un tema delicado, que debe tratarse con estricta profesionalidad y responsabilidad social. Está claro que la tecnología moderna puede facilitar mucho el proceso de cobro de deudas de la manera más eficiente y segura posible.