En su nuevo informe de perspectivas económicas mundiales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntan que el resto del 2022 experimentara una deceleración en el crecimiento económico. Según el informe, la deceleración es una consecuencia directa de la pandemia, que ha afectado a la cadena de suministro y al conflicto entre Rusia y Ucrania. Echando un vistazo a las predicciones del FMI, podemos decir que la interconectividad existente en el comercio mundial está haciendo mella en la mayoría de las economías.

Tras un crecimiento global del 6,1% en 2021, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se mostró esperanzado en que la economía mundial se adentrara en la fase de recuperación. Así, el pronóstico publicado por el FMI en enero mostraba mejores perspectivas de recuperación que el reciente informe de abril.

La invasión rusa ha provocado importantes interrupciones en la cadena de suministro en toda la economía mundial. Los precios de los combustibles y los alimentos se han disparado, afectando negativamente a los sectores vulnerables de las naciones en desarrollo y subdesarrolladas.

La reciente previsión señala que la recuperación se retrasara en 2022 a causa de la guerra, y la economía mundial experimentaría una desaceleración. Según el informe, la tasa de crecimiento mundial será del 3,6% en 2022 y 2023.

Además, la inflación mundial en 2022 se situaría en torno al 5,7% en las economías avanzadas y alrededor del 8,7% en las emergentes. Estas proyecciones son un 1,8 y un 2,8% superiores a las previsiones de enero.

El FMI reduce un punto su previsión de PIB para España, hasta el 4,8 % este año

Asimismo, el FMI ha reducido en un punto su previsión de crecimiento económico para España este año y calcula que será del 4,8 %, y también la de 2023 en medio punto, hasta el 3,3 %. Ambas cifras están por debajo de las pronosticadas por el Gobierno español, que en sus últimas previsiones contaba con un crecimiento del 7 % para 2022 y del 3,5 % para el próximo año.

Con todo, las previsiones del FMI son ligeramente más optimistas que las del Banco de España, que espera que la economía nacional rebote un 4,5% en 2022 (frente al 4,8% del FMI). No obstante, la gran diferencia se produce respecto a la inflación. El FMI apunta a crecimiento medio del IPC del 5,3% en 2022 y del 1,3% en 2023, mientras que el Banco de España prevé una inflación media del 7,5%. Respecto al desempleo, el FMI avanza una tasa de paro media del 13,4% para 2022, frente al 13,5% de las proyecciones del Banco de España.